jueves, 7 de agosto de 2008

El bebé que no para de llorar


Una causa muy frecuente de consulta en todas las guardias pediátricas es el bebé que es traído por sus padres debido a que no para de llorar. Típicamente se trata de una consulta nocturna, que nos despierta en horas de la madrugada. Todavía despabilándonos, podemos escuchar los gritos furiosos del bebé en la sala de espera

y cuando abrimos la puerta del consultorio de guardia nos encontramos con un bebé irritable y unos padres muy asustados y muy angustiados. Un pediatra cansado, mal dormido o de mal humor es una mala combinación para este escenario. Por lo tanto, recomiendo al pediatra despertar sus neuronas, armarse de paciencia, desvestir completamente al bebé y hacer un buen interrogatorio.

Un dato muy importante es saber si el bebé se calmó ya en la sala de espera. Cuando afortunadamente esto ha acurrido, el pediatra puede estar un poco más tranquilo por que probablemente la causa subyacente al llanto sea un proceso banal. Ahora bien, cuando el bebé sigue llorando y lo hace sin parar, el pediatra se encuentra en una situación de gran desconcierto: ¿por qué este bebé no para de llorar? O bbien este bebé no tiene nada y son cólicos o bien este bebé tiene algo grave, una infección o algo en la cabeza o en la panza....

Van acá unos cuantos consejos?

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